Hace casi 9 meses que escribí la última entrada de este blog, es increíble como pasa el tiempo, en todos los sentidos. Por una parte 9 meses no es mucho, es común decir que "un año pasa volando", pero al mismo tiempo tengo la sensación de que la aventura que inicié con este blog es algo muy lejano... Si ya lo decía Einstein, la percepción del tiempo depende del observador.
¿Por qué volver a escribir? ¿Por qué ahora? Sinceramente, no lo sé.
Simplemente he sentido de nuevo el impulso de escribir sin saber quién va a leerme, es una forma diferente de reflexionar, pero en voz alta, hacia todo el mundo que se encuentra en internet y hacia nadie al mismo tiempo. Pero me apetecía. Me apetece.
Por eso, empiezo con estas líneas un tanto personales, poéticas y (por qué no) un poco cansinas, para recargar un poco el karma y anunciar (a quien pueda interesar) que vuelvo a afilar la pluma con el mismo objetivo con el que inicié el blog. Con una diferencia. Ahora soy más consciente de lo que cuesta hacer un blog, de cómo se ha de hacer, y de cuándo voy a escribir. Respectivamente: mucho, bien, y cuando realmente me apetezca. Como ahora.
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